Un diarista en el país de los Houyhnhnms

Manolo Houyhnhnms tiene una librería de viejo en Madrid, cerca de la plaza de Santa Ana. Una librería curiosa en la que, hace tiempo, el finado Quico Rivas, el librero y otros montaron una especie de club a la inglesa y se juramentaron para hacer justicia y ajustar cuentas con el diarista X. Era una especie de Club de Damnificados por X.

Siempre supe por qué intervenía Quico en el asunto, razones tenía, pero no sé qué pintaba Houyhnhnms el librero. El misterio me fue aclarado un poco después: al parecer el diarista vendió al librero una primera edición de Rosalía a la que faltaban páginas. En la confianza del conocerse o tal vez porque no había catado antes al personaje, el librero pagó y no revisó el ejemplar. Cuando se dio cuenta de la falta el diarista ya había salido por la puerta; salió tras él para llamarle pero lo único que consiguió fue ver al de las violetas corriendo como un gamo. Le llamó por su nombre pero sólo para verle trasponer la esquina a toda velocidad, sin mirar atrás.

Atrapa