Langsamer Satz

 

 

Los sueños parecen suministrar abundante material literario pero se trata de ilusiones, de cosas que apenas recordaremos o que, si lo hacemos, será de un modo tan fragmentario e inconexo que viene a ser más fácil fingir la pesadilla, como en Kafka o Ishiguro, que transcribir lo que nos soliviantó.

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Me han llegado muy malas noticias por boca de AG: Alfonso está ingresado en la Residencia de la capital con un cáncer extendido. No hace dos meses que hablábamos en tertulia de la conveniencia de poner por escrito sus muchos saberes sobre esta ciudad y sus inmediaciones, dar cuerpo sólido a lo que tiene en la cabeza, que es mucho. ¿Quién conoce como él el cinturón granítico que rodea la ciudad, las muchas huellas que dejaron los hombres del pasado más remoto?

Hace unos meses le extirparon un riñón que estaba muerto. El cirujano hizo la observación de que, además de no funcionar, tenía un tumor canceroso, así que doble motivo para alegrarse de que le quitaran aquello del cuerpo. Por lo demás -decían- estaba limpio y no había nada de qué preocuparse. Sin embargo, transcurrido el plazo de recuperación, Alfonso seguía encontrándose muy cansado y comenzó a adelgazar a ojos vista. Ángel me contó que pesaba apenas 48 kilos cuando subió a verlo. Llevaba varios días sin moverse de la butaca y sin tomar alimentos.

Yo lo encontré en un coche, con alguien que le llevaba, pero al final tuvo que ser una ambulancia. En ella iban 71 años de buena vida y muchos amigos, aquí y en Ibiza, en Hurdes y en Sierra de Gata. Tengo dos buenos retratos suyos de hace unos años, material para el recuerdo. ¿Pero cómo puede dar idea una imagen de lo que bulle en una cabeza?

Alfonso es cultura oral y procura mantener una reserva discreta sobre sus descubrimientos arqueológicos. Pudo ser miembro de la Academia de la Historia de Córdoba y rechazó el honor. En estos casos, además del daño por la posible pérdida del amigo, actúa el egoísmo de saber que perderé para siempre el agrado de una sentada en la plaza, en primavera o verano, con los vencejos jugando a pillarse y con el amigo contando mil historias de un pasado tan remoto que uno se sentía como cuando le contaban un cuento siendo niño.

P.D. Me acaba de llegar la noticia: Alfonso Naharro i Riera, Príncipe de Trujillo, ha fallecido. Descanse en paz.

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