Búho gris

Explicaba el otro día a un amigo que mi avatar es Búho Gris, tal y como lo retrató Yousuf Karsh en 1936, un indio canadiense de la tribu de los Ojibwe. Fue un indio muy curioso, toda una celebridad, que escribió libros sobre las delicias de la vida natural y participó en luchas por salvar bosques.

Tan famoso se hizo que los libros se leyeron en Europa, donde fue reclamado para que hablase de la vida salvaje en los teatros. Dio una charla en uno de Londres al que asistieron dos jovencitos apellidados Attenborough. Andando el tiempo los dos se harían célebres, uno con el cine y otro con los documentales sobre animales. Ambos dicen que Búho Gris marcó sus vidas con aquella charla. El cineasta hizo una película en 1999 en la que Pierce Brosnan hacía del personaje que comento. La he visto pero el actor británico consiguió que no me creyese nada.

Al final de la vida de Búho Gris, o tal vez después de muerto, se supo que no era indio en absoluto sino que se llamaba Archibal Stansfeld Belaney y había nacido en 1888 en Hastings, Inglaterra, no emigrando a Canadá hasta 1906. Al parecer admiró grandemente a los indios durante su infancia y terminó matrimoniado con una Ojibwe, creando -además- la leyenda de que era hijo de un escocés y una india apache.

Pasó hasta los 37 años trabajando en los bosques como trampero y conoció a una india iroquesa que lo convenció para publicar sus memorias. Se retiró a su famosa Cabaña del Tejón junto a un lago y se dedicó a escribir en revistas y a redactar libros que tuvieron mucho éxito en su tiempo. Murió de una neumonía -ironías de la vida- en 1938.

Adopté el retrato tomado por Karsh sin conocer la biografía del retratado. Es un retrato que siempre me gustó, con esa escala tan monumental. Ahora sé que el fotógrafo se vio obligado a tomarlo de ese modo porque el ojo que queda en sombra no andaba en buen estado cuando la foto se hizo. Me cae muy simpático el personaje.