Niños campesinos

 

 

José N. es profesor en una universidad israelí pero también tiene un negocio de comestibles en zona lindera con los territorios ocupados. Cuando le visito está limpiando una puerta antigua a golpe de espátula, la de su comercio, y veo que se va a eternizar. Por eso le propongo un sistema mejor y le explico cómo. Pero no deberías respirar el polvo -le advierto.

Es un hombre compasivo, forma parte de su naturaleza y saca unos tomates y unos refrescos para obsequiar a unos jóvenes palestinos, al principio reacios a aceptarlos. Tanto insiste José que acaban tomando los refrescos y comiendo los trozos de ensalada.

Anoche supe que le han matado y me dicen que entre los asesinos se encuentra uno de los jóvenes a quienes conocí entonces. No puedo evitar que una pena convulsa que termina en llanto me asalte de tal modo que no tengo defensa. No hay razones, sólo la muerte del viejo amigo. El absurdo.

*

Voy con mi nietecillo por un camino que yo transitaba para ir a la escuela los días de primavera, con el campo estallado. Risas de niños que se acercan corriendo por el sendero, jugando con una ternera. Son niños campesinos -digo al nieto. ¿Tú sabes lo que son niños campesinos?