Revelaciones

 

utruu

 

He reído con un comentario que hace García Martín al último ¿diario? publicado por T. Después alguien me pregunta si lo he leído y respondo que no, que muchas gracias. Ignora este amigo que quienes nacimos en la década de los 50 del siglo pasado tuvimos que sufrir una seria náusea existencial causada por la familia Trapp. Fue más que suficiente.

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La pederastia de tipo sexual es un tema recurrente en nuestros días pero apenas se habla de la pederastia visual, esto es, de la corrupción visual a la que se está sometiendo a los niños.

Si el niño representa la mirada más pura pues sus ojos todavía no están contaminados por la razón -ve lo que mira y no lo que sabe-, el mundo entero está conspirando para corromper su modo de ver. Hemos creado un mundo feísta, horroroso, y estamos premiando a todos aquellos que lo hacen visualmente más inhabitable.

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John Wayne Gacy, Pogo el Payaso, actuaba gratis en los hospitales para los niños enfermos. Eso no le impidió asesinar a 33 personas. Ted Bundy ejercía de voluntario social en comedores y atendía a personas con instintos suicidas. Llegó a escribir un manual para mujeres acerca de cómo evitar violaciones. Mató a 35 muchachas, que se sepa.

Para los modernos psiquiatras -especialmente aquellos que se dedican a hacer perfiles- no es tan importante estudiar las manías del sujeto como lo que llaman «la máscara de cordura», es decir, las variables de un super-yo que, en teoría, permite a los criminales pasar desapercibidos. Alguna experiencia he tenido al respecto y reconozco que hay enfermos cuya máscara de cordura engañaría a cualquiera.

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Sé que es duro, tan duro a veces / dejar atrás a los que amas. / Pero siento una llamada en lo más vivo / tan impetuosa que cuesta ocultarla. / Puedo notar los aires de cambio, amigo mío, / Soplan sobre mi cabeza / y sé que ha llegado el momento / de iniciar el largo camino.

Larry Hall, asesino en serie.

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Para pintar la hoja habremos de sentir el árbol entero, hasta su raigambre.

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Siempre que le fotografían o se fotografía pone su mejor cara que, en su caso, es parecer un tipo con una vida que le pesa mucho en las espaldas. Esa es su intención pero la realidad, a pesar de la cara de lástima y los tatuajes, es que se nota que estamos ante un cursi integral, un tipo que hace cursilería de cosas que sólo sirven pour épater les bourgeois y que anda encantado de haberse conocido.