Por una vez permitan que cite a un cantante. Perdonen la tristeza.

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Tengo que acudir a notas ya escritas. El hoy, el ahora, ni me dice nada ni me interesa.

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La fotografía en color libera a la pintura del excesivo detalle pero no de la realidad. Sólo un filisteo confunde ambas cosas.

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La vida nos va engañando con distracciones, hasta el último segundo, cuando no hay remedio.

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Emocionante correo de una persona muy querida. Y mi torpeza que sólo contesta con muchas gracias y todo mi afecto.

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Los hechos azarosos me incomodan e inquietan. Entre los asesinados en una sinagoga en Pittsburgh se encuentra una mujer de 97 años que sobrevivió a la Shoá. Salvarse de los nazis para que te asesine un neonazi. No hay argumentos. Thornton Wilder en ‘El puente de San Luís Rey’.

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En España es un sufrimiento intentar ser equitativo. Aquí estás de parte del toro o del torero. No se puede decir que si los alemanes bombardearon Guernica los Tupolev rusos bombardearon Cabra, que si los franquistas torturaron y fusilaron no se quedaron atrás los del otro bando. Ni se te ocurra hablar de la persecución religiosa decretada por Stalin y ejecutada con entusiasmo por sus partidarios españoles porque aquí no hubo más que el nacional-catolicismo aliado con Franco.

Y, en el caso de concederte que la Historia no es una novela de buenos y malos, no tarda en aparecer el argumento aplastante: Franco mató más porque fusiló después de ganar la guerra. Desde luego, es lo que suelen hacer los vencedores: eliminar la posibilidad de que el enemigo vuelva a intentarlo. ¿De haber ganado el bando contrario no hubiera fusilado? Si nos atenemos a lo sucedido en Rusia tras la victoria bolchevique, en China tras la victoria de Mao, en Cuba tras la de Castro y en todos los países que quedaron a merced del comunismo tras la guerra del 39-45 sólo cabe pensar que se hubiera fusilado a mansalva y, quién sabe, si no hubieran dejado a Franco en aprendiz de carnicero.

Paro, que con lo dicho hasta aquí ya hay material de sobra para encausarme por facha en un Tribunal del Pueblo.

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Oración: Dios mío ¿hay algo que no sea decadencia física, torpor de la inteligencia y pérdida de orina? He gastado la vida y no alcanzo a ver qué me reservas.

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