El orgullo tiene mala reputación pero me gusta.
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Lo que pintas tiene importancia pero todavía más lo que no pintas.
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Lo más desagradable del realismo fotográfico, aparte del circo, es que impide que la personalidad aflore y produce imágenes chatas, planas visualmente, a pesar del derroche de medios.
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Lo que suele dar comienzo por interés científico es frecuente que termine en reclamo turístico.
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Cuando se dice ‘derechos naturales’ se está queriendo invocar, solamente, a los creados por las costumbres. Es decir, a los que los propios hombres hemos llamado así. En realidad sólo hay dos derechos que nos sean naturales como especie: comer y no ser comido y esto es mío porque he robado o matado al que lo poseía antes.
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Nietzsche, tan peculiar en todo, dice que los pintores griegos (cuyas obras son citas en libros pues no han llegado a nosotros) se limitaban a usar cuatro colores en la pintura de paisajes –entre los que no están el verde y el azul– ‘porque estos dos colores deshumanizan, más que cualquier otro, a la naturaleza’. Ata esa mosca por el rabo y vigila que no escape.
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El término ‘obra maestra’ cambia de significado durante el Romanticismo. En el tiempo de la gran pintura designaba a la obra que al aprendiz de pintor presentaba al gremio, al final de su formación, para poder titularse de maestro y montar taller propio.
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Para que dos colores complementarios se potencien mutuamente, sin crear confusión o cacofonía visual, uno debe prevalecer sobre el otro. Es decir, la relación entre ambos debe ser imperfecta.
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Lo digo mientras tenga tiempo: es lo que hay, de haber sabido hacerlo mejor lo hubiese hecho.
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Al virtuoso musical, pero no sólo a él, para demostrar que lo es no le queda otra que correr mucho sin ir a ninguna parte.
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Después de muertos todos somos grandes durante unos días.
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Ser buen cristiano nos pone a prueba. Por ejemplo, la solidaridad: que levante la mano aquel que no sea más solidario con unos que con otros, siendo el prójimo (o próximo) lo más distante.
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A los hombres se les vence luchando, a los charlatanes con un gesto. Eso dice Zweig pero tengo muchas reservas al respecto.
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