Vamos, que nos vamos.

 

 

No lo entendí entonces, me pareció despropósito y me sentí mal: mis padres querían que echáramos al mar sus cenizas. ¿No habrá un lugar en el camposanto para ir a dejaros unas flores, un recuerdo, algunas lágrimas? Falta de sutileza por mi parte, ya no puedo ver el mar, el vaivén de las olas o su violencia sin pensar en ellos, y tal es mi modo de rezar y sentirlos presentes.

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El negro instiló en el blanco el peor veneno: no hay nada más contrario a nuestra tradición musical que el tam-tam africano.

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No es posible modificar los accidentes sin cambiar la realidad.

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Cuando no hay expectativas tampoco hay nada que ganar o perder, puedes hacer lo que te venga en gana. Esa es la libertad creativa real.

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Hay pinturas modernas muy aclamadas que sólo sirven para decorar, que es la muerte de una pintura. Queda muy bien en este ambiente, se dice, y no en vano algunos de los pintores más destacados fueron decoraderos (sic). Lo cierto es que si una pintura es buena no te fijas en el sofá.

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Muy pocos hubiéramos servido para emperadores de Roma y ni siquiera para tribunos de la plebe. Queda algún hombre de campo que podría hacer el papel con mucha dignidad. Véase la estatuaria romana, que es la mejor escuela del retrato.

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Las ideas, si son buenas, no son de nadie. Tuyas son las formas que les das. Como los colores para los pintores.

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Paráfrasis de Borges: ¿Saben las cosas que uno existe?

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En las relaciones personales conviene aclarar ideas lo antes posible pues suele resultar, cuando la relación hace crisis, que las diferencias son de fondo y no en detalles sin importancia como creíste.

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Una mujer que nos ama con ternura obtiene lo mejor de nosotros pues se refleja en el corazón de nuestra madre y anula nuestras defensas.

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Escribo cada día peor: la sinapsis va criando agujeros.

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Hay un tesoro en el mar, a bastante profundidad. Muy pocos lo alcanzan y vuelven con las manos llenas, otros apenas unas monedas y la mayor parte de nosotros con las manos vacías. Es metáfora de la pintura: el tesoro es lo real visible.

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El éxito popular de pinturas como «El origen del mundo» o «Huyendo de la crítica» deja ver lo que sabemos desde siempre: anécdotas, ingeniosidades visuales y ocurrencias halagan –y por ello gustan– al ignaro más que los valores pictóricos. La sola novedad es que el público ilustrado hoy también aplaude. Picasso lo supo muy pronto, como tantas cosas, y de ahí los chistes.

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La vejez no es triste de mente sino de cuerpo.

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Suele ocurrir que quienes más compadecen a las mujeres por su condición son quienes más abusan o abusaron de ellas.

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Dice el árabe en uno de sus proverbios: «¿Por qué me humillas con tu generosidad?». Consiste en obsequiar tanto que el obsequiado nunca podrá devolverle el trato. Tuve un amigo que sabía esto e invitaba a los pobretes al chino de la esquina y a los ricos al Club 31.

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Cualquier situación que incluya más personas de las que forman una orquesta sinfónica con coro es altamente peligrosa. Eso incluye el globalismo.

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La muerte no es parte de la vida sino al contrario.

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La vida es un chispazo entre dos muertes.

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La vida es un brillo breve que nos concede la muerte.

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«Y de esto, ¿qué opina la ciencia?» No cabe pregunta más irracional toda vez que nadie sabe dónde pasa consulta dicha señora.

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Hay vidas tan felices que no valen la pena ser vividas.

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«Elimina el Derecho y entonces, ¿qué distingue al Estado de una gran banda de malhechores?». Agustín de Hipona.

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Un marxista opinando sobre el arte y la belleza provoca una risa sólo comparable a la de un freudiano haciendo lo mismo.

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Las civilizaciones se fundan en la religión que las creó y se extinguen cuando esta también lo hace.

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«Una civilización no es conquistada desde fuera hasta que no se ha destruido a sí misma desde dentro.» Will Durant, 1993.

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Wagner y la ópera italiana del XIX son la Eurovisión de la música clásica.

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Sólo es correcto el detalle basado en la consecuencia y orden de los planos.

 

 

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