Arte negro

Cierto distinguido artista catalán ya no puede pintar y da órdenes. Tiene un equipo de ayudantes que saben extender el látex y las arenas pigmentadas con que habitualmente nos obsequiaba, además de cartones y puros pegados, paja y otros materiales heredados del arte povera.

Me cuentan que, cuando todo está listo para su intervención, le colocan delante del cuadro y él, con sus propios dedos y uñas, le agrega unos arañazos o huellas para enriquecerlo a mano. Pero falta un detalle sustancial: un notario que certifique, así que cuando todo está listo llaman al notari, el artista le pega los arañazos a la superficie y la familia aplaude mientras el escribano levanta acta de que se trata de un auténtico X.