Inciso técnico para curiosos del revelado

Puedo ofrecer a los interesados unas cuantas fórmulas de eficacia muy contrastada, con sensibilidades ISO efectivas para el revelador de referencia, pero hoy me limito a publicar dos, bastante sencillas, que son muy utilizadas por mí en la actualidad.

Para el revelado de placas (FP4+ en formatos 4×5″ y 5×7″ y Tri-X en 8×10″):

Fórmula

Agua: 750 ml
Sulfito Sódico anhidro: 1,4 g
Pyrogalol: 2,8 g
Carbonato Sódico anhidro: 5,3 g
Agua hasta completar 1 litro

Es muy eficaz, tiempos de revelado cortos (entre 6 y 9 minutos dependiendo de la sensibilidad de la película) y está especialmente pensada para revelar en cubetas planas. La nitidez es máxima y la gradación tonal tan eficiente como en todos los reveladores con base en el ácido pyrogálico. Para manejar las placas dentro del revelador deben protegerse las manos con guantes de nitril pues el látex no protege lo suficiente (yo sólo utilizo uno en la mano derecha). Prefiero también un revelado tranquilo, sin mucha agitación del revelador. Coloco las placas de dos en dos, caras emulsionadas hacia fuera, y las voy introduciendo en la cubeta hasta un máximo de seis. Me preocupo de hacer correr el revelador entre las placas para que no se peguen entre sí y para que haya en todo momento la cantidad de revelador necesario en cada una para un correcto revelado. Las dejo tranquilas durante dos minutos y entonces coloco con mucho cuidado las de abajo arriba y viceversa. Digo con mucho cuidado porque podemos arañar inadvertidamente la emulsión con la esquina de otra placa y eso no tiene remedio.

A la izquierda (o a la derecha, según manías) habremos colocado otra cubeta con el baño de paro. Puede ser agua si nos da igual que la imagen aparezca con stain o mancha (una coloración que va de un velo amarillento a verdoso) que no influye en el copiado sobre papel salvo en términos de ocultar algo el grano de la emulsión y permitirnos copias más suaves, en el caso de que lo deseemos porque estemos utilizando papel de grado variable.
Personalmente prefiero que no haya stain y utilizo baño de paro químico que impide o atenúa la formación de la mancha.
La última cubeta contendrá el baño fijador fresco (nuevo) en proporción 1:5 (1 fijador, 5 agua) donde sumergiremos las placas durante 5 minutos aunque a los 3 ya podremos encender la luz y ver los resultados. Descartaremos el baño fijador sustituyéndolo por otro si vamos a seguir revelando y procedemos al lavado cuidadoso con agua corriente entre 20 y 25 grados C. Ha de tenerse en cuenta que por debajo de 17 grados el lavado no arrastra los restos del fijador, quedando en la emulsión con los resultados catastróficos conocidos. Hay muchas formas de lavar las placas, desde lavadoras dedicadas y muy eficientes que ahorran mucha agua hasta el procedimiento tradicional por lavado en una cubeta o cacharro redondo en el que se colocan las placas con el grifo abierto de tal manera que el flujo de agua -que no debe ser excesivo- rellene tanta cuanta desaloje. La forma redonda ayuda a que las placas se mantengan en constante movimiento, que es lo indicado.

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Para película en rollos, formato 120, y en chasis, formato 135.

Utilizaremos el viejo y barato HC-110 pero a la siguiente dilución:

Para medio litro de baño revelador

HC-110: 8 ml
Agua: 500 ml

Este revelador, que no tiene nada de especial, se convierte a esa dilución en un revelador de cualidades extraordinarias: altamente compensador, de gran acutancia y muy respetuoso con los blancos y las sombras profundas.
Mi sistema de revelado, en tanque cerrado a la luz, es agitar los primeros 30 segundos, haciendo rodar el tanque -bien provisto de tapa que impida la pérdida de revelador- sobre una superficie plana y dando un golpe final. Repetir cada 3 minutos hasta completar el tiempo de revelado que, dependiendo de la película, se halla entre los 10 y los 14 minutos.
Al contrario que los reveladores de pyro, tan eficaces pero tan sucios y peligrosos, se trata de un revelador muy limpio, bastante inocuo y de resultados sorprendentes. Lo he utilizado también con placas de 8×10″ y resulta muy difícil, incluso para otros fotógrafos habituados al gran formato, distinguir sus resultados de los que ofrece el pyro.

Para cualquier consulta sobre detalles que no hayan quedado claros, mi correo está abierto.